No voy a explicar los motivos que justifican (sobradamente) la salida de los restos del dictador de la basílica del Valle de los Caídos. Caídos.
Tan sólo voy a mostrar mi alegría por la llegada de este momento histórico y porque, afortunadamente, tan sólo fueron unos cuantos personajes (algunos con evidentes problemas mentales) quienes jalearon y gritaron proclamas franquistas.